Agua – Tierra – Constancia

1991 – 1994

Acercarme al  agua, tanto a la agitada  del mar, como a la apacible de la laguna, me abrió la posibilidad de conocer la dinámica que existe al interior de su forma, color, densidad, ritmos y modos de aparecer.

En el diálogo, entre la referente, agua versus tierra, y el material constructivo de la pintura, agua versus pigmento, surgen reflexiones que los involucran desde las sustancias que son: el uno aglutina al otro y lo diluye.

El paisaje se fue poco a poco disolviendo y emergió una imagen que ya no aludía a nada que se pudiera reconocer, sino al testimonio del propio cuerpo recreado a través de una textura, una construcción sedimentada de capas. Una búsqueda formal que va al encuentro de la sustancia de la cual pretende hablar.