Empatía

Empatía, muestra de Martha Lucia Ramírez en La Balsa Arte, Bogotá, parte de un acercamiento a aquello que la artista denomina ‘el tiempo de la imagen’ mediante el cual se enfatiza ‘la relación perdida con el cuerpo’. A partir de un deslizamiento entre la fotografía, como referencia visual, hacia la pintura como medio material, poético y estético, se manifiesta una carencia, un giro conceptual en la interpretación de la imagen, cuyo efecto se identifica como una incongruencia entre la lectura de los dos medios.  Este giro semiótico permite identificar la disyuntiva entre lo ‘irrepresentable’ en la fotografía, y lo infotografiable de la pintura.

El titulo de la muestra, Empatía, hace referencia tanto al enlazamiento entre medios, entre imágenes, como a la empatía que siente la artista con aquello que constituye el objeto de su obra.  Hay una urgencia por explorar la relación cuerpo-experiencia, cuerpo-espacio, cuerpo-sociedad, en términos de vivencias colectivas, así como desde la subjetivad propia.  El acto individual, -sea esfuerzo, emoción, o resistencia- cobra significación al eslabonar el acto individual con una historia social.  Alternativamente, el hecho histórico-social se traduce en las nuevas formas de experiencia de la individualidad contemporánea.

La muestra presenta obras de diversas series para dar cuenta con ello del rango de preocupaciones incorporadas a la labor artística de varias décadas.  En los escritos de Ramírez se destaca la preocupación sobre la naturaleza del ser humano en un sentido amplio.   Allí se puede leer la preocupación por lo irrepresentable de lo Real (lo Real, para Lacan, como lo que está más allá, detrás, o debajo de las apariencias fenomenológicas que son accesibles a la experiencia directa de la conciencia individual); la centralidad que adquiere lo Simbólico como formación colectiva y ley (y en el desarrollo de la subjetividad) y, finalmente, la persistencia del objeto Imaginario como aquello que no puede ser circunscrito, que es invisible e inaprehensible porque pertenece al dominio de lo irrepresentable -el vacío.

En éste trasegar por la imagen contemporánea del cuerpo, Ramírez identifica en la serie ‘Contracorriente’ ciertas situaciones que oscilan entre lo lógico o paradójico. El desplazamiento representa el esfuerzo constante del cuerpo en movimiento, tanto del cuerpo individual como del social; movimientos, la aplicación de fuerza ante una situación parece hablar de la condición humana en su lucha por vencer la entropía.   Los hombres que recuperan un tronco de madera del mar, o el hombre que empuja un bloque de hielo (una referencia clara a Francis Alÿs) representan la idea de labor incesante, señalando la diferencia entre la acción humana con miras hacia la producción de un ‘valor de uso’, la apropiación de materias naturales para suplir las necesidades humanas, versus una interpretación del trabajo como producción capitalista. Algunas acciones, como empujar un objeto inerte, como una piedra, son metáforas del imaginario construido en torno de nada, casi nada, del vacío.

La serie Telón De Fondo articula la noción de ‘invisibilidad’ con el ‘fantasma’ en que se convierte el cuerpo, representado por las pruebas de supervivencia de los secuestrados en Colombia.  Fotografías hechas contra un fondo de mantel decorativo, que alude al ‘hogar’, la imagen representa a sujetos desprovistos, forzosamente, de su identidad.   De manera inversa, en los retratos de niños, de origen fotográfico, práctica histórica y universal, prima la invisibilidad del lazo afectivo con la madre, la cual permanece oculta e inmóvil tras un telón que la cubre y la mimetiza con el fondo, cargando al infante frente a la cámara.

La paradójica invisibilidad materna apunta a una problemática de identificación, incorporación, y fantasma. como fenómenos metapsicológicos.  En palabras de Abraham y Torok[1], no son los muertos los que nos espantan, sino las brechas que dejan en nosotros los secretos de los otros.  Aunque “el fantasma no se asocia con la perdida de un objeto, puede entonces ser el resultado de un proceso fallido de luto, …el fantasma de las creencias populares objetiviza una metáfora que opera en el inconsciente: el enterramiento de un hecho inadmisible.   La imagen ‘tacha’ a la madre, mientras se orienta a re-presentar la identidad del infante, a afirmar imaginariamente su individualidad.

La invisibilidad como o aquello que esta en el inconsciente es central para Ramírez.  En sus palabras, su meta de ‘representar lo irrepresentable’ se tropieza con lo inasible de lo Real ¿Cómo representar la ausencia, la falta, la carencia?  Sus imágenes de instantes de dolor, o de abrazos de emoción, o la serie Entre manos, nos remiten hacia una sublimación espiritual.  

Le queda al espectador la tarea, en un acto de Empatía, de llenar los espacios en blanco mediante un acto de fe e imaginación.  


[1] Abraham, Nicolas; and Torok, Maria. (1972). Deuil ou mélancolie: introjecter-incorporer. Nouvelle Revue de psychanalyse, 6, 111-122.

 

Ana Patricia Gómez